¡Bienvenido/a a mi blog de perros!
¿Quieres conocer bien a tu perro? En DePerros planeo incorporar artículos relacionados con su adiestramiento, su raza, su cuidado… ¿La idea de hacerlo? La llegada de Samba a la familia. DeConejos nació de la misma manera y a día de hoy, pese a estar en stand by, alrededor de mil personas leen sus textos cada día.
Samba es una hembrita de ocho meses de la raza West Highland white terrier, más conocida como «westie«. Nació el 8/8/15. Llegó a casa con tres meses de vida, cuando la adoptamos a una pareja que no podía continuar conviviendo con ella.
Desde el primer día no le costó adaptarse a nuestra familia, pues era una cachorrita muy cariñosa y alegre, ¡todo un terremoto! Enseguida se hizo amiga de Nube, nuestra otra mascota que puedes conocer aquí. Por aquel entonces era así de pequeña de hecho.
Aunque es muy activa es una perrota muy buena; cuando la casa se queda en silencio y apagamos la luz, ella se va a su camita a dormir. Por las mañanas le gusta subirse a mi cama para observarme quietecita mientras duermo. Cuando abro los ojos empieza a lamerme moviendo la cola de forma compulsiva, es increíble como se contiene hasta que despierto, es un sol.
¿Lo que más le gusta? Comer. Al principio decidí invertir la posición del comedero para que comiera lentamente y masticara, acción que causó el efecto deseado e hizo que aprendiera a comer sin engullir. Aunque se le olvida cuando le damos pechuga de pollo, le vuelve loca.
A veces es un poco testaruda, pero ha aprendido fácilmente trucos como sentarse, dar la patita, traer la pelota o saltar a través de un aro.
Nunca he visto un perro como ella. Cuando salimos a pasear quiere saludar a todo el mundo meneando su culito de forma super graciosa, como si bailara la samba (¡el nombre le viene al pelo!).
¿Lo que más detesta? Que le molesten mientras duerme.
Y por lo pronto eso es todo sobre esta cosita tan mona que ha traído la alegría a nuestra casa, es adorable. Nos vemos por el resto del blog, ¿no? 😜
¡Qué mona es Samba! Si dan hasta ganas de darle un achuchón de lo bien que se porta.
Yo tenía un dachshund/teckel/perro salchicha muy particular a la par que testarudo, y con una cara muy dulce y noble. Cada vez que nos íbamos de casa él no paraba de ladrar (o nos preparaba algo xDD), si venía visita se meaba de alegría… vamos, que era un terremoto.
Eso sí, le encantaba el agua, corretear y andar a sus anchas, cosa que hacía a su antojo cada vez que íbamos al chalet de mi abuelo.
Genial iniciativa, echaré un vistazo a las publicaciones. Aunque haya cambiado de animal, siempre me gusta conocer más cosas sobre los perros, no en vano me encantan (al igual que los gatos, pese a que tengan garras a lo Lobezno xDD).