Los perros, la mejor terapia para la nostalgia
La nostalgia es como un almacén de emociones positivas que habita en la memoria, sin embargo, en según qué etapas de la vida puede convertirse en algo negativo y derivar incluso en una depresión. Por ejemplo, cuando nos hemos de separar de seres queridos por una larga temporada, para vivir en un lugar lejano a nuestra ciudad natal (incluso fuera del país).¿Sabes qué es bueno para combatir situaciones como esta? ¡Tener un perro! Así lo afirma este estudio realizado por un equipo de científicos de la Universidad de Columbia Británica (Canadá), que ha comprobado que una buena terapia para combatir la nostalgia es convivir con un can.
La investigación recopiló la información resultante de una serie de test con preguntas relacionadas con el nivel de nostalgia, la satisfacción con la vida y la conexión que sentían con el campus universitario de varios estudiantes de primer año, de un total de 44 universidades. Todos ellos afirmaban sentir nostalgia.
Para poder confirmar que la compañía de un perro realmente hacía mejorar su estado de ánimo, se separó a los estudiantes en dos equipos: el primero disfrutó de una sesión de 45 minutos semanales con un grupo de perros y el segundo equipo, de control, tuvo que esperar 8 semanas para poder disfrutar de la misma terapia.
Pasadas las 8 semanas se volvieron a realizar los mismos test a los integrantes de ambos equipos y se confirmó que, por un lado, los integrantes del primero habían sentido gran mejoría en la melancolía que sentían y, por otro lado, los del segundo habían visto incrementados sus niveles de malestar.
Según John Tyler Binfet, coautor del estudio, la transición de la secundaria a la Universidad puede llegar a convertirse en un gran reto para los estudiantes de primer año. Este hecho propicia que muchos de ellos abandonen la universidad y, por ese motivo, las universidades les tienen especial atención.
Como conclusión podemos afirmar que, disfrutar de los medios necesarios para mantener a raya a la nostalgia, es esencial para que muchos de aquellos que emprenden nuevas aventuras no acaben rindiéndose a mitad del camino.